Jornada Ciudadanía Conectada

viernes, 5 de noviembre de 2010

'El abuso de Internet es más peligroso que el abuso de la TV'

Jorge Flores, director de PantallasAmigas (Foto: Eroski - Consumer)

La Revista Consumer acaba de publicar una entrevista con el fundador de PantallasAmigas, Jorge Flores Sigue al director de PantallasAmigas en Twitter. Extraemos algunas de sus declaraciones:




¿Qué es más peligroso para un niño, ver durante horas la televisión solo, jugar a la videoconsola o navegar por Internet?


Entre un consumo abusivo de cualquiera de las tres, Internet es el más perjudicial porque los contenidos en televisión están más controlados. De hecho en la Red hay muchos contenidos no adecuados para los jóvenes y se ha comprobado que una manifestación excesiva -por ejemplo- de la violencia genera trivialización de la misma, despersonalización ... Y es más peligroso porque en Internet tienes la componente de que hay otras personas al otro lado. También puede ocurrir en los juegos on line multijugador, esto es muy peligroso porque los padres bajan la guardia. Conviene recordar que detrás de muchos juegos on line hay redes sociales que apoyan el juego, con el riesgo que esto puede tener.







Fuente: Revista Consumer

martes, 2 de noviembre de 2010

La responsibilidad de los padres para evitar el uso abusivo de Internet

Son muchas las voces que llevan tiempo alertando sobre las consecuencias de que niños y adolescentes pasen tanto tiempo solos en su habitación y de la ausencia de comunicación entre hijos y padres. Una de esas consecuencias tiene que ver con el acceso a las TIC.

En la actualidad el 40% de los menores españoles (de entre 9 y 16 años) se conectan a la Red desde su habitación según un reciente estudio de la Comisión Europea (Riesgos y seguridad en internet: la perspectiva de los menores europeos), en el que han participado más de 23.000 chicos y chicas usuarios de internet de 23 países europeos.

Los especialistas se sorprenden al comprobar cómo no se aplican en la práctica las medidas de sentido común que pueden contribuir a minimizar los riesgos de Internet, aparte de los innegables beneficios que comporta.

Jesús de la Gándara, jefe de la Unidad de Psiquiatría del Complejo Asistencial de Burgos, defiende que es un error atribuir la falta de control y comunicación parental, materializada en el denominado síndrome de la puerta cerrada, al uso de las nuevas tecnologías. "No podemos echar la culpa a Internet. El niño que se pasa las horas solo en su habitación navegando o jugando on line ¿por qué lo hace?", se pregunta.

En su opinión, lo importante es que "los sanitarios, los padres, estén al tanto de lo que le ocurre a los niños para que se puedan detectar cuanto antes comportamientos peligrosos, porque el uso inadecuado, excesivo y problemático de internet suele ir asociado a patrones patológicos de depresión, fobias, aislamiento". A finales de los 90 se detectaron los primeros casos de hikikomori en Japón: jóvenes varones veinteañeros habían hecho de la habitación su mundo, del que apenas salían para comer, ante la mirada atónita de unos padres a los que casi no dirigían la palabra y con la única compañía de un ordenador.

La encuesta de la Comisión Europea revela que hasta el 41% de los menores españoles de 11 a 16 años afirma "haber experimentado una o más formas de uso excesivo de internet".

Para Jorge Flores Fernández, fundador de Pantallas Amigas —una iniciativa para la promoción del uso seguro de las nuevas tecnologías en la infancia y la adolescencia— los padres han accedido a instalar el ordenador en la habitación principalmente por dejadez:

"A día de hoy no han tomado conciencia clara de lo que esto significa, de los riesgos que conlleva no saber qué uso hacen los chavales del ordenador, de las horas que pasan frente a él, de cómo poco a poco la comunicación entre ellos se va enfriando. ¡Ya es complicado mantener una buena comunicación con los adolescentes cómo para encima poner tabiques de por medio!"


Flores siente un cierto desánimo al comprobar cómo cae en saco roto el mensaje que desde hace años lanzan distintos organismos pidiendo a los padres que instalen los ordenadores en las zonas comunes y no en las habitaciones de los niños.

"Algunos adultos creen que poner el ordenador en una zona común es una invasión de la intimidad, cosa completamente falsa. El que esté en el salón no implica que se miren los correos: es más una función de normalización de la vida digital. Además, es la mejor manera de compartir esa vida digital, en la que tantas lagunas tenemos los adultos frente a una generación que ha nacido en ella".



E insiste en que supervisar la relación de ese hijo con el ordenador no tiene nada que ver con controlar. "Los padres deben establecer una dieta digital, es decir, indicar por ejemplo cuándo y cuánto se puede utilizar el ordenador, al igual que lo hacen con la comida o con el dinero, o con cualquier otra cuestión doméstica".

Los expertos insisten en la necesidad de que los padres hagan el esfuerzo de incorporarse a las nuevas tecnologías como un elemento de conexión con los menores. Las consecuencias de no hacerlo son muy negativas para la relación, la incomunicación y a la integración, en lo que el sociólogo Javier Elzo denomina, familia nominal, modelo mayoritario en la sociedad española (42%). Se trata de una familia en la que las relaciones de padres e hijos pueden ser calificadas, con absoluta propiedad, como de coexistencia pacífica más que de convivencia participativa, ya que se comunican poco. Los padres están, en gran medida, cohibidos, desimplicados, sin que aborden con una mínima profundidad lo que requieren sus hijos. Una familia que no refiere conflictos en su seno, no tanto porque no los haya sino porque ha decidido no enfrentarse, no enterarse de los problemas.

Carles Feixa, doctor en Antropología Social, ya en el 2005 advertía de que se había reducido el contacto entre hijos y padres. Según él "la transición hacia la sociedad de la información hace por primera vez teóricamente posible tener una vida material y social sin salir de la propia habitación. Pero pero no todos los adolescentes se encierran en ella para evitar vivir en familia. Que lo hagan o no, depende de los padres y madres."

Feixa afirmaba que en 2005 el fenómeno patológico de los hikikomoris ya había llegado a España, aunque matizaba que el contexto social y cultural era distinto. Para él es preocupante que el adelanto en la edad de acceso a Internet no está siendo acompañado por un adelanto en la formación de los menores para el uso crítico de las TIC: "Los jóvenes tienen muchos conocimientos de internet, pero a menudo no tienen conciencia de su ignorancia; saben cómo navegar pero no hacia dónde hacerlo." Feixa proponía reconvertir las antiguas salas de estar en ciberespacios domésticos comunes, donde la familia se conecta junta aunque no revuelta al mundo digital y comparte ciertas actividades online de manera intermitente.


Fuente: La Vanguardia

viernes, 1 de octubre de 2010

Responsables de la UE advierten de que los internautas somos demasiado dependientes de una Red que puede colapsar

La comisaria de Interior, Cecilia Malmström, y la responsable de la Agenda Digital de la UE, Neelie Kroes, presentaron este jueves una batería de medidas para luchar contra los delitos informáticos entre las que se contempla elevar las penas de cárcel a entre 2 y 5 años, para quienes accedan a un sistema (crackers) o interfieran (?) en el mismo de manera ilegal.

En paralelo proponen crear una estructura judicial y policial permanente y operativa las 24 horas del día para responder a las urgencias cibernéticas y que los Estados miembros respondan rápidamente para colaborar en caso de ataques informáticos.

Kroes ha advertido además de que el uso cada vez más frecuente y extendido de Internet hace al usuario más "dependiente" y por tanto conviene estar preparados "para lo peor", como una interrupción o un colapso de la Red, que pueden causar importantes daños tanto económicos como sociales.

La propuesta de directiva que plantea la Comisión sugiere penalizar el uso de herramientas como los llamados botnets, diseñados para infiltrarse en ordenadores sin permiso, que después usan para cometer ciberdelitos. También quiere recopilar datos estadísticos básicos sobre cibercrimen y elevar las penas de cárcel para los infractores, que serían de un mínimo de 2 años y que quienes instiguen, ayuden o amparen a los que cometan este tipo de delitos también sean castigados. El máximo pasaría de los 2 años actuales hasta 5 cuando concurran circunstancias agravantes.

La actual legislación europea no contempla ni los ataques coordinados, ni las sanciones disuasorias, ni la cooperación transfronteriza. Se contempla reforzar y modernizar la ENISA para ayudar a los Estados miembros a prevenir, detectar y responder a los retos de la seguridad informática. Las propuestas se remitirán ahora al Parlamento Europeo y al Consejo de Ministros de la UE para su aprobación.

Las comisarias han resaltado la importancia de proteger a la UE de ataques como los que sufrió Estonia en 2007, cuando la mayoría de los servicios online, así como los servidores del Gobierno, el Parlamento y la policía cayeron víctimas de un ataque coordinado.

Fuente: El Mundo

jueves, 4 de febrero de 2010

'El síndrome de adicción a Internet es un síndrome genuino', afirma un estudio

Según un reciente estudio publicado en el número de febrero de la revista Psychopathology los usuarios compulsivos de Internet que tienden a tener más interacción social virtual (salas de chat y redes sociales online) que real, podrían sufrir depresión. El estudio se presenta como el primero de gran alcance entre la juventud occidental sobre ciberadicción y depresión.

La autora principal del informe, Catriona Morrison, de la Universidad de Leeds advierte de que la navegación adictiva puede tener un grave impacto en la salud mental. Explica que Internet proporciona un refugio para cierto tipo de gente y que la adicción a la Red es un síndrome auténtico.

Para la mayoría de la gente, Internet es algo adaptativo y útil, pero para otras es compulsivo y dañino, afirma Morrison, aunque para ella no está claro si Internet hace que nos deprimamos o es más bien que la gente deprimida tiende a estar en Internet.

Del grupo objeto de estudio (1.319 personas entre 16 y 51 años) el 1,2% fueron clasificados como adictos a Internet y mostraron una incidencia más alta de depresiones moderadas o graves.

Los adictos a la Red se caracterizan por resultarles difícil el control del tiempo que pasan online, hasta el punto que interfiere con sus actividades fuera de la Red. Suelen pasar su tiempo en webs pornográficos, de juegos online o en comunidades virtuales (redes sociales).

El estudio también concluyo que los usuarios más jóvenes presentan una mayor probabilidad de ser adictos, con una edad media de 18 años entre los adictos detectados en el estudio.

Los autores recomiendan que la adicción a Internet sea incluida como un desorden mental específico y que se le comienza ya a prestar la debida atención.

Fuente: WebMD

lunes, 1 de febrero de 2010

20 mil personas tienen problemas de abuso de Internet en la comarca de Ferrol

Informes de referencia sitúan en torno al 12% el riesgo que tienen los jóvenes gallegos de desarrollar una adicción vinculada a las nuevas tecnologías. El Estudio epidemiológico sobre adicciones del catedrático de Psicología Clínica Elisardo Becoña (Universidade de Santiago) precisa en un 12,7% el riesgo de adicción a Internet en el medio urbano gallego (con Vigo como referencia).

El cibersexo, la conexión compulsiva a la Red o el juego on-line atrapan con facilidad, pero también hay adolescentes que se enganchan al móvil, hasta el punto de que el 38% de los alumnos de bachillerato admiten sentir ansiedad cuando se ven privados de él.

Pero los estudios han dado paso a la fase clínica de un problema conocido técnicamente como desorden de adicción. Siete de cada diez pacientes del área de Psiquiatría del hospital Arquitecto Marcide de Ferrol sufren trastornos asociados a Internet. Y su responsable, Antonio Núñez, cifra en 20.000 el número de afectados en la ciudad y su entorno.

Los expertos distinguen entre la adicción pura a Internet o al móvil y aquellas patologías clásicas que encuentran en la tecnología actual un vehículo nuevo. Así, eBay sustituye al comercio en las compras compulsivas, como el web de contactos al prostíbulo y la apuesta on-line al casino o al bingo. En la Agaja hay actualmente siete personas a tratamiento en relación con Internet.

El director terapéutico de Agaja recuerda que el 80% de los adolescentes de 14 a 21 años usan Internet para chatear o jugar.

Fuente: La Voz de Galicia

miércoles, 17 de junio de 2009

Los escolares bajan el rendimiento si quitan horas de sueño para conectarse a Internet

Los escolares que quitan horas de sueño para seguir conectados a Internet bajan notablemente el rendimiento escolar. Así lo revela un estudio publicado en la revista Pediatrics que ha llevado a cabo la Drexel University de Filadelfia.

La doctora Christina J. Calamaro, autora principal del estudio, entrevistó a 100 adolescentes de entre 12 y 18 años.

Para medir el nivel de consumo nocturno de tecnología entre los participantes, el equipo desarrolló un "índice multitarea": la cantidad total de horas que un adolescente le dedicaba a nueve actividades (conexión a Internet, mirar TV, escuchar MP3, hacer la tarea y mirar DVD o videos, etc.) dividido por nueve, que es la cantidad de horas entre 9 p.m. y 6 a.m.

El índice multitarea promedio de los participantes era alrededor de 0,6; lo que indica que hacían una de nueve actividades en 5,3 horas o cuatro actividades en 80 minutos cada una.

Un tercio de los adolescentes dijo que se quedaba dormido en el colegio y que dormían dos veces por día en promedio, aunque algunos dijeron que se quedaban dormidos unas ocho veces al día. A mayor índice multitarea, mayor probabilidad de quedarse dormido en el colegio.


"Estos adolescentes altamente multitarea tienen riesgo de tener problemas de rendimiento escolar, problemas con la función ejecutiva y degradación de la función neuroconductual", advierte el equipo.

Calamaro dijo que los padres deben tomar medidas para controlar el uso de la tecnología a la noche. Es básico mantener la televisión, la computadora y, en especial, los celulares fuera de la habitación de los hijos.

"El uso de los mensajes de texto es todo un problema. Y nos daremos cuenta de que es aún mayor", manifestó la investigadora.

"Aunque sabemos que los adolescentes tienen otro esquema horario, podemos hacer que sigan menos conectados a la noche", finalizó la autora.

Fuente: buenasalud.com

miércoles, 22 de abril de 2009

La adicción a Internet atrofia la empatía hacia los demás, según un estudio

Abusar de espacios como Twitter o Facebook puede afectar al correcto desarrollo de emociones humanas como la compasión o la admiración, según revela un estudio llevado a cabo por el Instituto del Cerebro y la Creatividad de la Universidad del Sur de California (USC.

El trabajo destaca el coste emocional que podría acarrear una sobreexposición al rápido intercambio de mensajes y noticias obtenidos a través de las redes sociales, 'feeds' e, incluso, la televisión.

"Los usuarios podrían desarrollar indiferencia ante el sufrimiento humano", advierte Immodirno-Yang, a la vez que destaca los "efectos dañiños" de estas actividades en el desarrollo cerebral de los más jóvenes, principales visitantes de estos sitios web.

Los seres humanos pueden gestionar la información muy rápido y pueden responder en cuestión de segundos al dolor físico experimentado por sus semejantes. Sin embargo, a la hora de hacer frente a las llamadas emociones sociales, como la compasión o la admiración, el proceso lleva mucho más tiempo, según los descubrimientos realizados por el equipo de expertos en neurociencia liderado por el director del instituto, Antonio Damasio.

Los científicos utilizaron complejas historias reales para inducir a trece voluntarios sentimientos de admiración ante virtudes y habilidades, así como compasión ante el dolor físico o social. Los escáneres cerebrales mostraron que los voluntarios necesitaban entre seis y ocho segundos para responder a las historias sobre virtud o sufrimiento social, una velocidad de reacción que resultó demasiado lenta en comparación con la registrada para las respuestas al dolor físico.

De esta forma, los autores concluyen que la vida real es el lugar idóneo para que los humanos encuentren oportunidades de sentir compasión o admiración, a diferencia de las rápidas herramientas ofrecidas por los medios digitales, que "pueden alejar de su propia humanidad a los usuarios demasiado activos".

Con todo, Immodirno-Yang no responsabiliza del problema a Internet: "No se trata de las herramientas de las que dispongamos, sino del uso que les demos". En este sentido, uno de los valedores del trabajo, el investigador de la cátedra Annenberg de Comunicación, Tecnología y Sociedad de la USC, Manuel Castells, minimiza el impacto de las redes sociales, ya que pueden contribuir a la reflexión emocional "más que la televisión y los videojuegos".

Fuente: europapress.es